Las relaciones o el amor no son dolorosos por sí mismos, lo que resulta doloroso es el encuentro de dos seres que sufren internamente de desamor. Una relación de este tipo despliega el sufrimiento y desamor al otro y visceversa, no es amor lo que los une sino el sufrimiento. Las parejas que se unen por estos motivos se unen para sufrir juntas, repitiendo la primera escena que les generó ese dolor. Pueda ser que uno de los miembros pueda darse cuenta y quiera transformar eso pero sólo se transformará la relación si ambos buscan curarse internamente, de lo contrario sólo uno podrá hacerlo o ninguno de los dos. Las relaciones con las otras personas ponen a prueba nuestra capacidad de aprendizaje y sanación nos permiten trascender o quedarnos en lo mismo o empeorar, nadie se cruza con nadie por azahar, siempre hay una razón, un motivo para ello. Para salir de eso hay que sanarse internamente y buscar amorosamente conectar con la propia luz y la luz y el amor del otro.
Adriana
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