Tod@s en algún momento necesitamos de alguien, que nos escuche, nos consuele o nos prepare algo caliente para sentirnos mejor, nos abrace, nos mire y nos diga que todo estará bien. Hemos crecido tan autosuficientes que no sabemos pedir lo que queremos a veces, nos han hecho pensar que no necesitamos de nadie y que expresar nuestra necesidad de ayuda es sinónimo de fragilidad, pues no lo es, es sinónimo de humanidad. Buscar ser acogidos cuando lo necesitamos es algo innato en el ser humano, es como el pichón buscando o permaneciendo en el nido, todos necesitamos volver a nuestro nido en algunos momentos para ser contenidos, protegidos, cuidados y amados, no importa la edad que tengamos. Tal vez hay que buscar el lugar correcto para construir ese nido fuerte y seguro interior y las personas que puedan ayudarnos a tejerlo.
Adriana
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