En el día de la madre, recordamos la expresión de lo que es el acoger y dar vida, nutrir, criar, arrullar y cuidar, amar sin esperar nada a cambio, es la forma más verdadera del amor. Un amor que necesita esfuerzo y trabajo y sanar su herida, pues se va arando el corazón para prepararse para algo tan especial y valioso. Madre la tierra, madre la vida, la semilla, la flor, la mujer que cuida, acoge y ama a alguien y sobre todo la mujer que antes que nada ha aprendido a parirse y cuidarse a sí misma más de una vez en la vida. Hoy también es momento de recordar a la energía y esencia femenina dentro de cada hombre, esa parte femenina de su alma que le permite acogerse y cuidarse así mismo cada día.
Adriana
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