Hoy fui a comprar un regalo para una pequeña hija de una amiga que está por nacer, y entré a una tienda de juguetes, había una pantalla en inglés describiendo toda la cantidad de piezas de cada juego bastante elaborado de muñecas, vestidos y maqullaje, juegos además bastante caros y complicados, la verdad no me gustaron. Fuí a otra tienda y pregunté si tenían juguetes para recién nacido y la vendedora me dijo tengo unas tarjetas de estimulación, pensando que se había equivocado, le digo "no señorita, yo estaba buscando algo para un recién nacido", y ella insistió "si eso es para recién nacidos." ¡Qué terrible!, salí asustada, cuánto desconocimiento hay sobre el respeto de los procesos del bebé. Apostemos por lo más sencillo y natural que es lo que favorece el desarrollo más libre, de manera creativa y sana tanto intelectual como emocional y corporalmente. Cuántos pacientes atribuyen sus males al no haber podido jugar juegos de verdad, la "llamada estimulación" no hace otra cosa que forzar los procesos de desarrollo del bebé o el niño o niña, colocándolo como un sujeto que carece de deseos propios y debe obtener logros intelectuales en desmedro de su salud mental y desarrollo integral. Por eso ahora los niños y niñas no saben jugar el juego espontáneo creativo y somatizan, son agresivos y empiezan a actuar sus impulsos, se golpean o tienen accidentes, inclusive ha surgido la llamada "hiperactividad", el mal de la época. Filtremos de todo lo que nos ofrecen aquello que realmente nos aporte para nuestro bienestar y no que vaya en desmedro de lo más valioso que tenemos nuestros bebés, niños y niñas, busquemos informarnos como padres y madres sobre los procesos de desarrollo madurativos, tanto intelectuales, como los emocionales, sensoriales y motrices, para el logro del bienestar integral de nuestros pequeños.
Adriana
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