Con el Ipad, el niño aprieta un botón y aparece una figura que le resulta agradable. Eso lo aprende rapidísimo porque su cerebro segrega dopamina, siente place y va a querer repetirlo. Esta es un arma poderosísima y de doble filo porque es exactamente el mismo proceso que se activa en la adicción. Nos dice Marcus Vinicius, neurofisiólogo, quien propone usar la tecnología con fines educativos, quien estuvo la semana pasada en Lima.
Otro científico importante el Psiquiatra y psicoanalista brasileño David Levisky a su paso por Lima el fin de semana tratando entre otros temas "la tecnología y el adolescente" nos habla de que la historia y el contexto social y tecnológico influyen en el desarrollo del psiquismo del niño y adolescente. Las primeras comunicaciones del hombre se dieron hace 40,000 años, con el pasar del tiempo estas manifestaciones comunicativas han ido cambiando la estructuración psíquica del sujeto. Con la llega de la imprenta se dio un cambio importante en la estructura mental del ser humano, cuando se dejó de pensar que la el sol giraba alrededor de la tierra también. Las transformaciones tecnológicas, expresan el desarrollo de la menta huma y estimulan en ella nuevas inquietudes y el acto de crear. El psicoanálisis también es un trabajo de comunicación. Nos comenta lo importante de la ética en la manera de utilizar instrumentos tecnológicos, ya que abren la posibilidad de nuevas formas de expresión, comprensión produciendo cambios en los circuitos neuronales. Los cambios agudos desorganizan, el sistema psíquico, pudiendo tener como extremos la psicosis, el adulto debe acompañar, ser una guía para los niños y adolescentes, nos dice.
La tecnología mal empleada puede llevarnos a una superficialización, conocimientos sin posibilidad de reflexión, de elaboración, sin sentido para uno mismo, y que pueden favorecer o detonar actuaciones o descargas de violencia hacía él mismo o hacia los otros en el adolescencia y favorecer la necesidad del goce compulsivo, que esconde un gran vacío emocional. El uso indiscriminado de la teconología sin supervisión puede generar fallas en el desarrollo de la personalidad, en la capacidad creativa, en la capacidad de simbolización, lo cual no permite la descarga de la pulsión, aspecto instintivo del ser humano, lo que puede generar diversas problemáticas de salud mental y del desarrollo. Cada vez es más común en los consultorios niños y adolescentes que llegan y no saben jugar, cogen un juguete y "¿ahora qué hago?" o simplemente se remiten a dibujar la escena del video juego o de su programa de televisión favorito, niños y adolescentes sin mayor capacidad reflexiva, que no pueden expresan lo que sienten, con problemas psicosomáticos, con dificultad para el control de impulsos, con dificultad para concentrarse, aprender y seguir los límites.
Comenta Levisky que en una de sus sesiones le preguntó a un paciente adolescente qué era la cosa más importante para él en su casa, y el paciente dijo “la televisión”, esto nos habla de que cada vez podemos estar más conectados con los demás por internet y relacionados con las tecnologías, pero más desconectados con nosotros mismos y las personas a nuestro alrededor, los vínculos están perdiendo fuerza, perdiendo su función de soporte y cuidado, fuente de identificación y de referente para los niños y adolescentes. Para un crecimiento sano, para una sociedad sana se necesita de la protección, de la compañía, de los vínculos no lo olvidemos. Cuando me comentan los padres que su hijo está todo el tiempo con el video juego con contenidos violentos o que le acaban de comprar el último o más moderno de estos, yo me quedo pensando.....saquen ustedes sus propias conclusiones.
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