A veces he creido involucionar, des -aprender, ido y venido, he creido necesario estar dónde nadie me conoce para buscar mi propio YO. Dejar el asfalto por la tierra, por las piedras, la ciudad por la montaña, por el Ande. La arena por tierra negra, fértil. Ver y sentir el río correr caudaloso, sentirme con el cielo azul y las nubes blancas más grandes que existen. Los químicos, por lo fresco, recién traído de la chacra, por lo que yo sembraba. Mi habitación se convirtió en un nido, con paja, cebada, petates de oveja y lana, quinua, ramas de eucalipto y manzanilla, hierba luisa. Con flores coloridas con mercados abiertos con mamachas, con chompas y sombreros de colores, con el olor fresco del café, con ponchos y cantos de quena y charango multicolores. Y descubrí que todo eso soy YO y estaba esperando encontrarlo fuera, que mi tierra, la Pachamama Bendita, está aquí para mi y cada momento de mi vida. Y que este viaje hacia lo Salvaje me ayudó a encontrar el Sentido y Propósito de la Vida, Vivir!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario