CUANDO EL MIEDO Y LA ANSIEDAD NOS BLOQUEAN
A quién de nosotros no nos ha pasado eso? El miedo es un elemento protector instintivo que se activa en situaciones de peligro, nos ayuda a proteger nuestra existencia biológica y psíquica. Sin embargo, una experiencia traumática puede distorsionar la función del miedo y generar fobias o ansiedad. Sino recordemos el experimento realizado por Johan Bradurus buscando condicionar a un niño a quien se denominó "Pequeño Albert", se le mostraba una rata blanca y se realizaba un ruido fuerte en el mismo momento, se buscaba hacer coincidir el estímulo sensorial desagradable con la presencia de la rata buscando que el niño la asocie con ese estímulo. Posteriormente se cambió a la rata por un abrigo de piel o un conejo, el niño desarrolló una fobia a este tipo de animales pequeños, peludos e inofensivos (Este experimento se consideraría anti ético en estas épocas porque busca generar un trastorno para luego poder estudiarlo). De esa misma forma todos nosotros podemos haber vivido experiencias sensorial y psíquicamente abrumadoras que nos han puesto a nuestro límite de tolerancia o generado algún quiebre psíquico algo equivalente a una muerte psíquica momentánea. Por eso cualquier asociación sensorialmente similar nos puede llegar a generar hasta un ataque de pánico o temor a la muerte "irracional"; sin embargo, no es algo irracional hemos vivido una pequeña muerte o quiebre psíquico con una experiencia previa extremadamente agresiva y dolorosa. Fortalecernos, buscar comprender esa experiencia hasta desentrampar ese dolor, buscar ayuda para sanarnos y poder recuperar o tener nuestra libertad interior para permitirnos salir al mundo, con mucha fuerza, con mucha capacidad de afrontar y confiados en nuestra luz y confiados en que esta vez podremos encontrar un entorno más sano, amoroso y feliz para nosotros. Bendiciones,
Adriana
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