Libérate de las culpas, de cargar con cosas ajenas, de cargar con el dolor del daño que otros hicieron, de tenerlo que solucionar todo porque nadie se hace cargo. Corta ya las cadenas que te atan a esa dolorosa situación, que no te permiten ser tu, ser bondadoso o bondadosa y buscar sanar no significa hacerse cargo de lo de los demás, de sentirse culpable por lo que los demás hicieron o dejaron de hacer, o sentirse culpable por ser diferente, por ser uno mismo. Sanar es salvarse uno mismo, hacerse responsable de uno mismo y respetar el libre albedrío de cada uno de decidir sanarse o no, de tomar distancia de las personas que nos rodean para que cada uno tenga su espacio y se haga cargo de sus propias acciones y responsabilidades.
Reconoce tus maravillosos dones, sólo siente tus alas y ábrelas para volar, eres libre, tan sólo lleva aquello que te alimenta y ocupa un lugar de luz en tu corazón. Ligera, Ligero…
Adriana
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