Muchas veces es difícil explicar a las familias, a las escuelas o maestr@s que l@s niñ@s están tristes, deprimidos, angustiados por diversas causas familiares, pero en vez de estar decaídos tienen un exceso de agitación, la necesidad de una mayor presención contención, palabras, compañía, empatía y mensajes coherentes de de los padres y la escuela es necesaria. El problema no se puede colocar en el niño o niña, el problema es de todo el sistema familiar, escolar y social. Es bastante delicado que el "diagnóstico" sea realizado por un neurólogo o maestro sin la intervención de un especialista en aspectos emocionales y de desarrollo infantil como un psicólogo o psicóloga, el diagnóstico es interdisciplinario, el abordaje también. Los medicamentos no curan y es algo muy delicado insistir en que se use medicación sin necesidad, lo que curará a la familia es el tratamiento psicoterapéutico con el niño o niña y los padres, el acompañamiento y paciencia de la escuela también. Esperemos poder sanar cada día cada uno de nosotr@s, cada familia y la sociedad.
Un abrazo, Adriana
¡Muchas gracias a Leidy Benites por compartir en su muro este artículo!
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