Hoy tuve unas horas libres en la tarde y fui a caminar por los alrededores me encontré en la galería Lucía de la Puente y entrando a la muestra de Abel Bentín, "I Don´t Believe", subí las escaleras y me quedé estática con la primera escultura
"Grand Finale" Ahora es curioso empezar por el final, ¿no? es algo que refleja las contradicciones que luego encontraría.
Una gran escultura muy contundente y tanática pero a la vez reluciente con su acabado dorado como un gran final, nombre de la escultura. Luego que me repuse leía el título y descripción de la muestra y me dispuse a entrar al salón a ver qué más encontraba, ¿algo me sorprendería de nuevo? y es que nunca había tenido contacto directo con las obras de este artista.
Luego vendría "Pride" "Orgullo" Hermoso venado con diamantes en sus cuernos realmente hermoso y reluciente.
Un cisne herido sería "Harmony" "Armonía.
"I don´t believe in Guilt" "No creo en la culpa", me hace sentir mejor en mi preferencia por los dulces y personifica la crueldad, tiranía y agresividad de la culpa excesiva.
"Life after Life" "Vida después de la Vida" me recuerda la fragilidad del ser humano, de la naturaleza, sus ciclos y es que el término de la vida puede generar vida nuevamente, las paradojas.
"I Don´t believe in Paradise" "No creo en el Paraíso" Otra de las muestras de incredulidad de Abel Bentín, incredulidad en el paraíso en lo ideal, en lo sublime, dónde casi siempre se esconde lo cruel.
La ternura y crueldad a la vez ¡muy conmovedor! "I don´t believe in Santa", "No creo en Santa", tal vez las ilusiones cuando se confrontan con la realidad se asemejan a esta metáfora del artista y es que está escrito en el muro que no cree en ilusiones y detrás de lo dulce siempre hay algo perverso, dónde no existen los finales felices, ¿será esta la metáfora del éxito? algo para reflexionar sobre la complejidad de la sociedad y el ser humano.
Les recomiendo ir a verla sin falta ya quedan pocos días.
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