Si bien la nota de "El Psicoanalítico" que es motivo de este pequeño comentario, se titula “Mujeres sin Hombre” creo que igualmente podría titularse “Hombres sin Mujer”.
A veces la pareja es vista como una especie de solución a sentimientos de vacío e inexistencia y no necesariamente como un compañero. De estar sola se puede pasar a (estar sola /acompañada) lo que no varía mucho debido a que la (persona sola) sigue sintiéndose sola aún cuente con el ser amado al costado. Esta necesidad de otro nos remitiría al anhelo de volver a un estado de fusión o de “completud” como el que tuvimos con nuestra madre y que al momento de la separación, tal vez tuvo connotaciones dolorosas no superadas del todo. Entonces se busca al hombre o a la mujer pero no por una situación de amor y/o enamoramiento (Yo-Otro), sino para ser parte o prolongación de otro ( Otro/yo), de ahí las personas o mujeres en este caso que caen en la manipulación de otros o reciben maltratos, todo con tal de no sucumbir ante -la falta de- buscando generar así la ilusión de completud infinita. La nota nos habla de búsqueda de un anclaje existencial que es atribuido “al hombre” o a “la pareja” con una connotación de “todo lo que a mí me falta”, también creo yo se debe a cierta dificultad de uno mismo de poder procurarse experiencias satisfactorias. Una paciente me decía hace ya un tiempo “Todo me iba bien y me sentía bien cuándo he estado con pareja” teniendo añoranza de la ex-pareja aún cuando ésta le hubiera sido hubiera sido infiel.
La concepción del concepto de individualidad y amor es algo que está evolucionando, ya no es lo mismo que en los Tiempos del Cólera de García Márquez. Flavio Gikovate, psicólogo y psicoterapeuta brasileño nos dice: "Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar y felicidad".
El rol de la mujer en la pareja es algo que ha evolucionado también enormemente, no en vano la edad del matrimonio se ha ido postergando y la tasa de divorcios se empezó a incrementar desde que la mujer tiene acceso a una mejor educación, trabajo y a condiciones similares e iguales derechos a las del hombre, siendo necesario que el rol del hombre también se replantee para favorecer una relación de equidad hombre-mujer /mujer-hombre (Origgi, A., 2012). Por el contrario del “amor romántico” que buscaba que la mujer abandonara sus propias características para amalgamarse al proyecto masculino (Gikovate, 2011).
Sólo puedo llegar a la conclusión de que “la falta de” es aquello que nos separa de nuestra madre al crecer, aquello de lo que nos vamos dando cuenta carecemos, aquello que constituye al sujeto, su autonomía e individualidad, pues la falta estructura, la falta nos hace crecer, la falta nos humaniza, démosle un nuevo significado a ésta, ACOMPAÑÉMONOS (Yo-Sola). - (YO) para luego si deseamos ser acompañados por un Otro.
*¡Agradezco a Jennifer Zarzar por la información sobre Flavio Gikovate!
Ilustración de Diego Rivera
No hay comentarios:
Publicar un comentario