jueves, 24 de noviembre de 2011

Crónica de un Divorcio

Un día lleno de felicidad el día del matrimonio, se hacen promesas y se dice que serán para siempre, el vestido de blanco, la fiesta, los invitados la torta y luna de miel. El inicio de lo que sería la convivencia con la pareja. Dormir en la misma cama, almorzar y comer juntos, hasta ver los mismos programas de televisión, la popular pelea por el control remoto , comprar la mascota y en algunos casos tener hijos. El enamoramiento tuvo cosas muy lindas y por qué el matrimonio ¿no iba a ser así?…. En un inicio hay momentos agradables pero poco a poco las cosas empiezan a cambiar, uno cambia de trabajo, el otro se pone a estudiar, antes el trabajar en lo mismo podía hacer que hayan muchas cosas cosas en común, uno planea viajes la otra parte quiere desarrollarse más y el otro quiere comprar una casa nueva y tener hijos, pero la otra parte no ¿y ahora… qué pasará? Pues que los temperamentos se van expresando y uno va cambiando a lo largo del tiempo pero a veces es difícil ajustarse a esos cambios. Por otro lado, hay que ir asumiendo nuevos roles y exigencias de la vida adulta y las características personales se empiezan a ir manifestando de manera más explícita en la convivencia, aspectos de la personalidad del otro que luego de un tiempo pueden llegar a ser muy molestos o hasta intolerables.

"Pero yo soy el mismo, el me ha conocido así desde que somos enamorados, me decía un esposo ayer en el consultorio, la esposa decía pero es que yo antes siempre pasaba por alto las cosas, le decía me gusta esta vela blanca con este portavelas y él luego compraba una roja en otro envase", y la esposa empezó a hacer una larga lista de cosas que se iniciaron desde los detalles de la fiesta… y "es que no toma mi opinión en cuenta" decía, y él esposo decía "es que a mí me gusta tomar el mando y tu me has conocido así", si le decía pero "ahora ya no lo quiero pasar por alto, porque me di cuenta que mi opinión si importa y yo estaba cometiendo un error". "Me cuestiono hasta si debí haberme casado".... dice el esposo. Y estos son otros aspectos que se encuentran en las parejas en proceso de divorcio, relaciones que de alguna manera en un inicio eran más satisfactorias para una parte de la relación, el de carácter más “fuerte” y que luego de un tiempo la persona que tenía un carácter más suave o la que cedía tiene menor satisfacción en la relación se cansa y se da cuenta que eso no es bueno para ella o él. "Probablemente eres el mismo desde que te casaste pero ella cambió, y se dio cuenta que habían cosas en la relación que no le hacían sentir bien y trató de decírtelas", le dije. Y es que había un “equilibrio” en este desbalance y cuándo se busca poner la balanza con pesos iguales para ambos es cuando la relación se quiebra.

Las personas vamos cambiando conforme vamos experimentando nuevas experiencias, si nos mantenemos en lo mismo tal vez no cambiemos mucho, pero si empezamos a experimentar cosas nuevas nos hiremos nutriendo de las mismas y además haremos aflorar intereses o cualidades que se han ido desarrollando poco a poco y qué lindo todo esto, poder crecer, poder ampliar los horizontes, poder pedir una relación recíproca y de equidad, pero es que no es fácil a veces para uno u otro lado si es que ha estado habiendo un desbalance o un mayor beneficio de algún tipo para uno de los miembros de la pareja.

Desarrollar empatía, escuchar y tomar en cuenta las decisiones del otro, valorar a la persona y acoger los cambios que va desarrollando, así como los cambios de la pareja e irse replanteando es lo que trae un bienestar y mayor duración a la pareja. Cuando se espera demasiado tiempo para hacer cambios o hay mucha rigidez para adaptarse mutuamente, el amor se esfuma o se quiebra y ahí ya no hay nada que hacer para reparar la relación.

Y es que además en la relación ambas personas merecen un minucioso cuidado: afecto, reciprocidad ( yo te escucho- tu me escuchas, yo te cuido- tu me cuidas), respeto, valoración, igual importancia en la toma de decisiones son necesarias. Porque los vínculos de cualquier tipo nos enriquecen, nos aportan, hasta nos pueden aliviar y curar de vínculos o relaciones no satisfactorias anteriores pero si no tienen estas características y hay poca empatía, agresión o descuido, esto trae consecuencia poco gratas a uno u otro miembro de la pareja como baja autoestima, frustración o rabia, etc. y en esos casos lo más saludable es el divorcio.

Leí el otro día un artículo dónde el amor de pareja tenía un ciclo como el proceso de separación –individuación de la persona (enamoramiento, simbiosis, diferenciación, reacercamiento e interdependencia mutua) ¿A qué se refieren las fases de este ciclo? a que la pareja como la madre y el bebé pasan de una etapa de dependencia absoluta, fusión o simbiosis, a la diferenciación o autonomía, donde en este caso los miembros de la pareja luego de la luna de miel se distancia un poco y trabajan sus diferencias hasta entenderse. Sólo si la pareja puede pasar esta etapa se asegura el éxito en la relación, pudiendo llegar a la interdependencia mutua donde se crea una base sólida respetando las opiniones, deseos y diferencias de ambos pudiendo crear un proyecto de vida en conjunto. Justamente con el ejemplo de la pareja anterior no se pudo pasar de la etapa de simbiosis, y es en la etapa de diferenciación que la relación de pareja se quiebra. Y es que para el amor o matrimonio no hay una receta pero tal vez la reflexión, comunicación, que la relación sea recíproca y poder adaptarse a los cambios respetando las diferencias e ir haciendo replanteamientos sea un mejor pronóstico para la misma.

Ambos tendrán ahora que recomenzar solos de nuevo, no se verán más si es que no tuvieron hijos o se seguirán viendo como papás. Tendrán nostalgia de las cosas buenas y frustación por lo que no se llegó a consolidar.. tendrán que hacer su duelo y luego fortalecerse pero es muy importante poder entender realmente qué pasó y procesarlo para no seguir cometiendo el mismo error en futuras relaciones y evitar que esto sea más doloroso aún. No es nada fácil , tal vez es un patrón de relación que no es saludable y estamos repitiendo. Recordar los buenos momentos del pasado, olvidar los malos, perdonarse y perdonar serán también parte del proceso.

Poder sentirse a gusto y en libertad ya sea solo o en compañía de otra persona más, puede parecer algo difícil pero vale la pena intentarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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