Des - Conexión

¿Por qué será... que cuando más interconectados estamos con los demás a través del internet, teléfonos celulares, etc., hay más des – conexión entre nosotros: las personas? ¿Acaso no es una paradoja todo esto, o es que todo el mundo piensa que se “conecta” con todo el mundo cuando lo que pasa es que no está entendiendo cómo se siente la otra persona, ni pudiendo pensar en él o ella, ni darle unos minutos de su tiempo? Tal vez un minuto como para poner me gusta pero no más y esto ¿realmente creen que será suficiente?, pues no, es totalmente insuficiente no significa nada en la realidad afectiva, en el mundo de los afectos o de los vínculos, que es muy diferente a la realidad virtual donde podría significar mucho o dar mucha información todo para bienes comerciales o para generar dinero.

Cada vez puede ser más frustrante tratar de conectar o establecer un vínculo con alguien, el vecino, el colega, etc.... y encontrar una respuesta tan desconectada algo que puede ser hasta agresivo algo que puede sentirse como un balde de agua fría que no tiene la más mínima relación con lo que estamos diciendo o expresando, no se sabe si es la sociedad, la tecnología, la edad de la persona, a veces pareciera que cuando más mayor se está más le cuesta empatizar con el otro. Se van perdiendo la ternura, la sensibilidad, ya no se puede mirar lo que está al frente, a los ojos de alguien y entender lo que le pasa, hablarle, escucharle, existe una especie de ceguera… una especie de ceguera pero que proviene del corazón, que se ha ido cubriendo de capas con el pasar del tiempo, pupilas vacías desconectadas que no miran que no pueden ver, mentes que no sienten, que no entienden o comprenden lo que el otro puede estar sintiendo: el cariño, la alegría, tristeza o dolor de un mal momento.

El otro día fui a hacer una observación de aula en el nido, se me acercaron varios niños que ni me conocían porque yo no trabajo ahí fui sólo a visitar a un paciente. Me saludaron, me preguntaron cómo me llamaba, si había ido a visitar a mi hijo y finalmente unas niñas me pidieron que fuera a jugar con ellas, me sentí la persona más apreciada y querida en ese momento, al final de mi visita me dijeron que les había gustado mucho que vaya que me querían ver otra vez y que volviera para jugar, les expresé mi cariño también y les dije que me había encantado conocerlos y jugar con ellos.

Otro día fui sola a un recital de poesía, tenía muchas ganas de ir y la persona que me iba a acompañar iba a llegar tarde, estuve parada ahí por mucho tiempo y nadie mostraba el más mínimo interés de ser amigable, salvo la poetisa que conocía a través de un familiar, al final me sentí aliviada que llegara la persona que estaba esperando me sentía como en una isla solitaria y estaba rodeada de gente.

En las relaciones adultas ya no hay mucho tiempo para la amistad, menos el enamoramiento, pues hay que volver a casa para conectarse a todos esos aparatos nuevos que han salido o que seguirán saliendo, o hacer todas las actividades que tenemos programadas, pero desconectándose de los demás viviendo relaciones sin sentimientos, sin palabras, sin pensamientos, tan sólo con con-tacto físico porque de eso no se puede prescindir..de caricias, de besos, de sexo. Pero ¿el aprecio de los amigos? ¿El amor de la relación de pareja? ¿Y los sentimientos? Ya no hay tiempo ni espacio para nada de eso, porque el espacio mental se ha cerrado, o nunca se llegó a desarrollar o abrir del todo y el narcisismo es lo que predomina ahora, el ensimismamiento, el enamoramiento con la imagen de uno mismo en el espejo, el egocentrismo y la satisfacción del placer es lo más importante y no hay tiempo que perder para eso.

Admiro mucho a los niños……