martes, 15 de febrero de 2011

El Diagnóstico, Sólo una Etiqueta

Una persona es algo maravilloso y complejo, un universo capacidades, de recursos, de ideas y sentimientos. ¿Se puede resumir esto en una simple etiqueta o diagnóstico por una serie de síntomas o conductas? La manera en cómo denominamos a la persona y cómo la tratamos por esta etiqueta hace que ésta se vea a sí misma como menos valiosa o con un déficit, sin posibilidades de algo más a lo que debe resignarse, tal vez porque está mostrando su fragilidad que no es ajena a la fragilidad de su familia y a la fragilidad de la sociedad en la que está inserta, tal vez porque es depositaria de todo lo que no toleran los demás de sí mismos. Un diagnóstico de este tipo sólo lo lleva a etiquetarse a encasillarse en algo para toda la vida, en lugar de ayudarle a fortalecerse y convertirse en un ser pleno y feliz, reconociendo sus fragilidades pero también sus grandes recursos.

No sólo etiquetan los médicos, son los mismos familiares, maestros o amigos, la sociedad los que más lo utilizan estigmatizando a los niños, adolescentes o adultos. Parece que finalmente no hay lugar para los que sufren, sienten y expresan entre nosotros, no hay lugar para "los débiles" que finalmente son los más fuertes, los que buscan respuestas a sus preguntas, los que expresan lo que el resto no se atreve a expresar y aún así enfrentan la vida y salen adelante.

Comparto con ustedes este video que me hicieron llegar de la Declaración de Salud Mental de los Derechos Humanos CCDH.

2 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Los seres humanos somos tan complejos que siempre es necesario conocer de estos temas inherentes a nuestra naturaleza humana. Felicitaciones por el blog.

Saludos :)

Anónimo dijo...

Jorge muchas gracias por tu comentario. Si realmente somos extremadamente complejos, tanto así que somos los únicos "animales" que hacemos daño, inclusive llegamos a exterminar a otros de nuestra misma especie. Hay madres y padres que abandonan a sus hijos, cuando los animales son tan cariñosos con ellos y los defienden con uñas y dientes. Pero así como hay cosas poco sanas en el ser humano y la sociedad producto de su complejidad, también hay cosas hermosas, personas que buscan entender lo incomprensible para salir adelante, se esfuerzan por sí mismos, por sus hijos. El tema de los diagnósticos es bastante polémico en el caso de la psicología y psiquiatría existe un manual de diagnóstico estadístico DSMIV basado en su mayoría en síntomas y conductas de todo tipo, pero no se toma en cuenta el mundo interno del paciente, su historia, su ambiente familiar, situaciones fortuitas que haya vivido, finalmente no se toma encuenta a la persona que sufre sino a sus síntomas y a lo que se puede ver. Los profesionales de la salud mental debemos descubrir qué hay detrás de ese síntoma o conducta ¿qué nos está expresando ese niño?, en el caso de la hiperactividad, hay una lista de de conductas que deben haberse presentado en un periodo de por lo menos 6 meses, pero una depresión severa en un niño podría también presentar conductas similares de agitación motora, golpes o caidas constantes, desatención, dificultad en seguir normas. ¿y qué es lo que le pasa a ese niño que se comporta así? Será que no lo escuchan, no le hablan, no lo cuidan, le dan mensajes contradictorios o confusos, no le dan contención ni desde el afecto ni desde los límites, está solo, angustiado, siente que no lo "ven" y no lo cuidan y tal vez hasta se golpee para que noten que está ahí. Sólo mirando más allá de lo evidente podremos entender lo que le pasa al niño o la persona, pero eso es tarea de los psicólogos, psiquiatras y neuropediatras no emitir un diagnóstico sin entender qué le pasa a ese niño que está sufriendo y a esa familia. Buscando trabajar con ellos con mucho afecto y sin etiquetar.

  Contacto: Adriana María Origgi de la Flor salaestar1@gmail.com Adriana María, Canto de Estrellas (fb) https://www.facebook.com/amariaqoyll...